lunes, junio 04, 2007

Diano





Hace aproximadamente 10 años que llegó Eratóstenes a casa. Si, Eratóstenes, como el astrónomo. Problemente Eratóstenes sea originario de algún lugar de la sierra de Querétaro o de San Luis, y llegó a mi casa en calidad de refugiado ideológico. Si, porque la católica familia con la que llegó lo consideraba una amenza para sus espíritus: "Objeto del mal, herramienta de brujos, espíritu maligno"... Su vida corría grave peligro, y así fue que Juan, su mejor amigo, lo puso en mis manos. No sé si en casa todos tengamos un espíritu medio percudido, pero el caso es que Eratóstenes nos cayó muy bien. exceptuando quizás a mi padre, pero a él no lo cuento porque normalmente se queja de todo. Eratóstenes iba a quedarse solo una temporada, hasta que Juan tuviera una casa a donde llevarlo, sin embargo, cuando esto ocurrió, él ya no quiso irse y se quedó aquí.


Hace unos meses Eratóstenes tuvo un hijo. Todavía no entiendo muy bien como un cáctus puede dar a luz a un pino, pero así fue. Sé que algún pino circunvecino tiró su semilla y cayó en la maceta de Eras, y asi fue como este pequeño espíritu del mal la acogió y cuidó, hasta que creció un pinito bebé que llamamos "Diano". Explicar el porqué sería otra historia, pero la idea es que nos preció un nombre apropiado. En estos meses Eras estuvo preparando a Diano para la vida, le ayudó a desarrollar largas y fuertes raíces y a que su tronco crecira casi medio metro. Ayer llegó el momento decisivo, llevamos a Diano al monte. Entre Miren, Saúl y yo preparamos su nueva morada, en el volcán, cerca de Ri y del río.


Pido al sol, la nube y la luna que lo cuiden y lo mimen. Que Diano y Eratóstenes poblen la Tierra con sus descendientes, sin importar qué especie sean: que nazcan pinos, abetos y abedules, sauces palmeras o hizaches y que este mundo se conserve verde; verde que te quiero verde...


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