martes, julio 29, 2008

Le Silence


La adoratriz de las luciérnagas permanece inmóvil,
esperando con cautela un nuevo día.
.
Atónita contempla un hueco
incrustado en un costado de su alma...
.
(no hay sonidos, no hay palabras)
.
recuerda con nostalgia una turbina,
una cabeza transparente,
un huracán
y una llamada.
.
Las lombrices secas, quieren cantarle una canción de cuna;
los grillos y las caracolas, tratan de silbarle hechizos de aceituna.
.
Todo es inútil, ella sucumbe;
pues las luciérnagas se fueron
y dejaron todo envuelto
en un manto eterno de silencio.
.