jueves, agosto 12, 2010

Crepúsculo

El pálido viajante de alma adolorida,
llegó por sí exhausto al cerro de magueyes
con extensa sed de sol, de luz, de vida,
ya que el día se marchaba.
.
Subió corriendo hasta la cima
dirigiendo la mirada hacia el poniente
mirando de reojo al astro que volaba hacia otro mundo,
mostrando las últimas briznas de sus cabellos rubios.
.
Aspiró el viajero todo lo que pudo
y por un breve momento conoció la vida,
sin embargo,
el sol se esfumaba ya tras el Nevado de Toluca
quemando el horizonte
y dejando al mundo otra vez
completamente
oscuro.
.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Poeta. Quizás un día te lea en un libro y piense, nacía y la vi crecer.
Un beso

MC dijo...

... y bienvenida sea la noche.

Dorian dijo...

asi es la vida...que nos acerca inexorablemente al crepúsculo...