domingo, noviembre 25, 2007

Segunda crónica de un alucín perpetuo


Niño, deja ya de joder con la pelota
Auditorio nacional, últimos asientos, última fila. Miren, Alejandra, Patrox y yo. Comienzo del viaje.
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Princesa
Auditorio nacional, mitad del teatro. Regalo mal recibido por el cumpleaños de mi madre. Por poco y llegamos a Cuernavaca a las dos de la mañana, entre las sombras de la China.
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golpe a golpe
Zócalo de la ciudad de México. Pegadas al templete de prensa desde las 10 am. Probando sonido con Fangoria. ¡No más feminicidios!
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Es caprichoso el azar
Palacio de Bellas Artes, casi volando junto al águila de la punta. Primer intento: Logró escapar, sin embargo una aparición nos revela el secreto.
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no te busqué, ni me viniste a buscar
Como si tal cosa, luego de esperar horas bajo las miradas inquisidoras de los guardasespaldas de la hija de Fox, y efectivamente, estando no teníamos que estar, lo saludé como si lo conociera de toda la vida... Joan, cómo estás?. Miren se quedó muda, solo extendió las manos y mecánicamente le entregó un árbol de la vida. Nos tomamos la foto. Luego, mi hermana se perdió en los brazos de Morfeo, en un cine cercano al metro Hidalgo.
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aquellas pequeñas cosas
Palacio de Bellas Artes, primeras filas. Merecido premio luego de tantas peripecias en el mismo día.
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el pirata cojo
Como un interludio y por mi buena suerte, a cosa de la mala de Angie, bailamos con Sabina. Auditorio nacional, en el ala derecha.
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dos pájaros de un tiro

Auditorio nacional: Miren, Angie, Saúl, Rodrigo y yo. Los tres primeros hasta abajo, zona preferencial y los dos últimos hasta arriba; cuestión de presupuestos. La combinación mas loca, las mejores canciones. Bromas, risas, filosofías y alucines, la más grande para mí: saber que mi hermana, en esos momentos, era 100% felíz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y qué recuerdos, pero te faltó un zócalo con héctor cuando pensamos que se había arreglado los dientes, ojalá haya más conciertos y eventos así :D